¿Qué son las altas vibras?

Lo “alto” suena mejor que lo “bajo”. Lo negro se esconde bajo lo blanco.

La luz proyecta sombra.

Lo alto y lo bajo son la misma “cosa” desde diferentes lugares.

Como lo negro, lo blanco, lo puro, lo impuro, lo limpio y lo sucio.

Imagino las “altas vibras” como ese paraíso al que todos queremos pertenecer. 

En el que todxs queremos habitar.

Vibrar alto es, creo, esa frecuencia, ese momento, esos sentimientos de plenitud. 

Cuando al fin llegás a la playa, después de todo un año de laburo.

 Al fin, el lugar donde querés estar.

Es un momento de excepción, pero que se vive como eterno.

Personalmente no les creo a quienes afirman vivir EN las altas vibras . Día y noche. Durante meses o años. 

No les creo porque ni las altas ni las bajas vibras son lugares de permanencia. Creo que ni hay que forzar el momento para permanecer, ni huir de las bajas ni aferrarse a las altas. Giramos en la rueda infinita. 

¿Es posible “vibrar alto” sin los pies en el suelo bien amarrados?

¿Pueden los árboles estirarse hacia el cielo si sueltan sus raíces de la tierra?

¿Es posible estar conectadxs con nuestras partes más elevadas, nuestros planos superiores, nuestros guardianes, sin prestar atención a nuestra raíz y todo lo que nos circunda?

Como huevitos etéricos que somos, de amor y puro enjambre de vibración, recorremos la tierra, mamamos y producimos vibración. Cohabitamos múltiples planos repletos de misterios. De altas y bajas, buscando esa frecuencia justa, esa proporción áurea, el balance, el equilibrio, el ritmo propio. 

Una sintonía. Desde donde partir para poder volver. Boomerang.